Esto es lo que se me viene a la cabeza en los últimos días, cuando leo determinadas insensateces y aberraciones sobre la lactancia, la crianza, y el cuidado del ser humano en general.
¿Es posible que estemos tan mediatizados por el sistema consumista en el que nos hemos metido, que estemos renegando de nuestra propia naturaleza, de nuestro comportamiento como mamíferos, como animales sociales que somos?... Parece que sí es posible... De veras ¿puede una especie sobrevivir al paso de los siglos con unos comportamientos cada vez más y más alejados de lo que la naturaleza dicta para ellos?... Me da a mi la sensación que es cuánto menos, difícil.
Tal como leí hace días en un artículo precioso sobre la sexualidad y la lactancia (me he vuelto loca buscando el enlace para copiarlo pero no ha habido manera..., así soy yo últimamente), el sexo y la lactancia son las dos conductas a través de las cuales se perpetúa la especie, y como tal, han de ser conductas placenteras para cualquier mamífero, de no ser así, evolutivamente no habrían perdurado durante millones de años y por tanto la especie se habría extinguido.
Ahora, en los últimos siglos, tristemente todo está cambiando. Nos cuestionamos continuamente lo que es natural, reivindicamos la libertad e igualdad de la mujer de la manera errónea. Y para muestra un botón, el artículo de la columnista de El País es como de broma. Me avergüenzo en lo que me toca, pues no entiendo francamente como una compañera de profesión (o más bien de formación en mi caso), puede lanzar este tipo de conclusiones. Me pregunto, ¿no será que la angustia que dice que sienten esas mujeres que amamantan a sus hijos, viene dada de la incomprensión de la sociedad en la que vivimos y de esas parejas que deciden no acerarse a ellas porque huelen a leche?. ¿Estamos locos o qué?.
Lo primero en lo que pensé fue en escribir indignada al periódico, pero ya lo hice en su día a La Vanguardia y me sirvió de bastante poco. Quizá lo mejor sea no darles importancia, pues seguramente lo que buscan es generar polémica, y con esto darse publicidad... Otra alternativa no se me ocurre la verdad.
Así mismo, también he tenido que leer la semana pasada opiniones de una modelo de profesión sobre lo inadecuado de dar de mamar a un hijo más allá de los seis meses...
En fin, como digo, me parece cuando menos triste, muy triste. La lactancia es una conducta intrínseca a cualquier mamífero y como mamíferos que somos no deberíamos cuestionarlo, y mucho menos utilizarlo como algo perverso que va en contra de la feminidad y de la igualdad de la mujer.
Quizá, y sólo quizá, lo que deberíamos cambiar no es la conducta de la lactancia, que es evolutivamente uno de los pilares de la perpetuidad de nuestra especie, si no la sociedad en la que nos hemos convertido, en la que hasta las propias mujeres reniegan de una de las cosas más maravillosas que la maternidad te puede regalar, todo ello debido a lo que nos han ido inculcando durante años y siglos, y que nos ha despojado de la verdadera manera de vivir la sexualidad femenina, con todas sus fases y etapas, incluida la lactancia.
Que no amamantar se haya convertido en una opción, pues vale... me parece hasta bien. Pero por favor, basta ya de estupideces. Quien no sepa, o no quiera saber, ¡que no opine por favor!