Hay que compartir... ¿En serio?

Esta entrada es una mezcla de reafirmación de lo que yo ya pensaba desde hace tiempo, y un grito de ¡yo tengo razón! a todos los que piensan y proclaman lo contrario, porque lo necesito, porque de vez en cuando, escribirlo aquí es la única forma que encuentro de desahogarme. Pero mejor lo explico...

Este fin de semana hemos estado con una prima que tiene una hija 6 meses mayor que Paula.

La niña es un cielo y ella que entiende ya un poquito más que nuestra gordi, estaba deseando jugar con ella. Pero cuando llegamos, lo primero que hizo Paula ni corta ni perezosa fue quitarle su muñeca, quitarle también la sillita de juguete en la que la llevaba y allí sentó también a su muñeca, quedándose así con las dos y además con el cochecito, ante la mirada atónita de su prima que no tuvo por menos que echarse a llorar desconsolada ante la situación. ¡Pobre! Y ella que sólo quería jugar un ratito acompañada...

Y en mi cabeza resuenan como tambores las frases de "que vaya a la guardería es muy bueno!, aprenden a compartir, se socializan y aprenden a jugar con otros niños", ¿cómo me explican ahora todos los defensores de las maravillas de la escolarización temprana, por qué una niña que no ha pisado una guardería en su pajolera vida, entiende bastante mejor el concepto de compartir que una niña como la mía, que lleva yendo a la guarde desde los siete meses?. En fin... Recordaré esa escena cuando alguien me lo vuelva a decir.

Yo simplemente pienso que al igual que nos pasa a los adultos, cada niño es un mundo y por tanto tienen comportamientos diferentes. ¡Y me parece fenomenal que así sea!. Tendemos a querer estandarizarles como si fuesen robots y les intentamos convencer de cosas que ni nosotros mismos nos creemos.

- Fulanito, déjale ese juguete a ese niño, que hay que compartir...!

Y Fulanito pensará... ¿Ah sí...?. ¿Hay que compartir??. ¿Y por qué no compartes tú el móvil de 600 Euros que te trajeron los Reyes con la señora que está sentada a tu lado en el banco del parque???... ;-)


No creo que compartir sea una actitud que haya que imponer, ni mucho menos. Para empezar, si no quiere compartir sus cosas, que no lo haga no??. Digo yo que si son suyas, que haga lo que quiera. Creo que si no presionamos, si dejamos fluir los ritmos, en algún momento todos llegan a darse cuenta, que a veces es más divertido y productivo compartir algunas cosas para poder pasarlo mejor. No se debe coaccionar ni chantajear emocionalmente para que compartan. No me parece que sea el mejor camino.


Al margen de este razonamiento, últimamente pienso mucho en los cambios que observo en la peque, posteriores al comienzo de la guarde. Para no demonizar la escolarización, que no es el caso porque lo único que conseguiría con ello es torturarme más de lo que ya hice en su momento, diré que seguramente y dependiendo de la personalidad que  cada niño está formando en estas edades, a unos puede que les ayude en su proceso de socialización, a otros no les afecte, y a otros incluso les provoque cambios importantes haciendo un efecto contrario.

Creo que el caso de mi hija es este último. No sé si el ser la más chiquitita de todos los compis (en tamaño y en edad), la dinámica que se sigue en la clase, el carácter de la educadora, o todo junto han podido influir, pero cada día al ir a buscarla, noto cómo en ocasiones muestra su oposición, primero aferrándose en los primeros ratos a mí y a la tetita como un pequeño koala, y luego a veces enfrentándose, mostrando su enfado y descontento durante el resto de la tarde, incluso yo diría que su rabia. En las mañanas también vamos notando cada vez más esa oposición al cole, ante la desesperación de su madre que ya no puede darle más vueltas a la cabeza buscando alternativas que por el momento no existen.